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CÓMO VIVIR CON LOS NIÑOS

El Derecho de un Niño a Contribuir

No tienes derecho a negarle a tu hijo el derecho a contribuir.

Un ser humano sólo se siente competente y capaz mientras se le permita contribuir tanto o más que lo que se le ha contribuido a él.

Un hombre puede contribuir en exceso y sentirse seguro en un entorno. Empieza a sentirse inseguro en el momento en que su contribución es insuficiente, lo que quiere decir que da menos de lo que recibe. Si no lo crees, acuérdate de una ocasión en la que todo el mundo trajo algo para la fiesta y tú no. ¿Cómo te sentiste?

Un ser humano desconfiará y se rebelará contra cualquier fuente que contribuya a él más de lo que él contribuya a esta. 

Los padres, naturalmente, contribuyen más a un niño de lo que el niño contribuye de vuelta. Tan pronto como el niño se da cuenta de ello, se entristece. Busca aumentar su nivel de contribución y si no lo logra, se enfada contra la fuente de la contribución. Empieza a detestar a sus padres. Ellos intentan contrarrestar esta rebelión contribuyendo más. El niño se rebela más. Esta es una espiral descendente de mala índole porque al final el niño caerá en la apatía. 

Tienes que dejar que el niño te contribuya a ti. No puedes ordenarle que contribuya. No puedes ordenarle que corte el césped y luego pensar que eso es una contribución. Él tiene que resolver cuál es su contribución y entonces darla. Si no la ha elegido él, no es suya, sino sólo más control. 

Un bebé contribuye intentando hacerte sonreír. El bebé hará monerías. Cuando sea algo mayor bailará para ti, te traerá palitos o intentará repetir los movimientos que tú haces al trabajar para ayudarle. Si no aceptas esas sonrisas, esos bailes, esos palitos, esos movimientos de trabajo, con el espíritu con que se dan, habrás empezado a interrumpir la contribución del niño. Entonces comenzará a ponerse ansioso. Hará cosas irreflexivas y extrañas con tus posesiones en un esfuerzo por “mejorarlas” para ti. Lo regañas… y eso acaba con él.

Aquí aparece otro factor. Y son los datos. ¿Cómo es posible que un niño pueda saber con qué contribuirte a ti o a su familia u hogar si no tiene ni la menor idea de los principios funcionales por los que se rigen estas cosas? 

Una familia es un grupo con la meta común de la supervivencia y el progreso del grupo. Al niño al que no se le permite contribuir con nada o que no logra comprender los objetivos o los principios de trabajo de la vida familiar se le aleja de la familia. Se le demuestra que no es parte de la familia porque no puede contribuir. Por lo tanto, se convierte en un ser antifamilia y ese es el primer paso en el camino hacia un ser antisocial. Derrama la leche, molesta a tus invitados y grita por afuera de tu ventana “jugando”. Llegará incluso a enfermarse sólo para hacerte trabajar. Se le muestra que él no es nada, mostrándole que no es lo suficientemente poderoso para contribuir. 

No puedes hacer otra cosa que aceptar las sonrisas, los bailes, los palitos del niño muy pequeño. Pero en cuanto un niño puede entender, se le debería contar todo sobre el funcionamiento de la familia. 

¿Cuál es el origen de su paga? ¿Cómo es que hay comida? ¿Ropa? ¿Una casa limpia? ¿Un automóvil?

Papi trabaja. Consume horas e ingenio y músculos y a cambio recibe dinero. El dinero, entregado en una tienda, compra comida. Al coche hay que cuidarlo por la escasez de dinero. Una casa tranquila y cuidar de papá significa que papá trabaja mejor y eso quiere decir comida, ropa y automóviles.

La educación es necesaria porque uno se gana mejor la vida después de haber aprendido. 

El juego es necesario para dar un motivo para el trabajo duro. 

Dale el panorama completo. Si se ha estado rebelando, puede que siga rebelándose. Pero al final entrará en razón. 

Lo que un niño necesita en primer lugar es seguridad. Parte de esa seguridad es la comprensión. Parte de eso es un código de conducta que sea invariable. Lo que hoy va contra la ley no puede ignorarse mañana.

Tú de hecho puedes manejar a un niño físicamente para defender tus derechos, en tanto que él pueda poseer lo que posee y pueda contribuir y trabajar para ti. 

Los adultos tienen derechos. Él debería saber esto. Un niño tiene como objetivo crecer. Si un adulto no tiene más derechos que él, ¿para qué crecer? ¿Quién demonios quiere ser un adulto hoy en día, de todas formas?

El niño tiene un deber hacia ti. Tiene que ser capaz de cuidarte; no como una ilusión de que lo está haciendo, sino de verdad. Y tienes que tener paciencia al permitirle que te cuide torpemente hasta que por pura experiencia, no por tus indicaciones, él aprenda cómo hacerlo bien. ¿Cuidar al niño? ¡Qué tontería! Él seguramente tiene una mejor apreciación de las situaciones inmediatas de la que tú tienes, adulto desgastado. Sólo cuando esté casi psicótico con aberración, será un niño propenso a los accidentes. 

Tú estás bien y disfrutas de la vida porque no te poseen. Tú no podrías disfrutar de la vida si te llevaran como un corderito y te poseyeran. Te rebelarías. Y si tu rebelión fuera sofocada, te convertirías en un subversivo. En esto conviertes a tu niño cuando lo posees, lo manejas y lo controlas. 

Potencialmente, él está más cuerdo que tú, padre o madre, y el mundo es mucho más prometedor. Su sentido de los valores y la realidad es más agudo. No lo embotes. Y tu niño será un ser humano excelente, de estatura, tendrá éxito. Si te conviertes en su amo, lo controlas, manejas y rechazas, conseguirás el tratamiento que mereces; o sea, la rebelión subversiva.

cuanto peor se pone, mayor capacidad tiene para ponerse peor. Aquí, espiral se refiere a un movimiento descendente progresivo, que indica un estado incesante de deterioro, y se considera que tiene la forma de una espiral. El término viene de la aviación donde es usado para describir el fenómeno de un avión que desciende en espiral y en círculos cada vez más pequeños, como en un accidente o una hazaña de vuelo experto, que si no se trata puede resultar en pérdida de control y un accidente.

una desviación del pensamiento o comportamiento racional; pensamiento o conducta irracional. Básicamente significa errar, cometer errores o, más específicamente, tener ideas fijas que no son verdad. La palabra se usa también en su sentido científico. Significa desviación de una línea recta. Si una línea debiera ir de A a B, entonces, si está aberrada iría desde A a algún otro punto, a algún otro punto, a algún otro punto, a algún otro punto, a algún otro punto y finalmente llegaría a B. Tomado en este sentido, también significaría la falta de orden o ver distorsionado, como por ejemplo: un hombre ve un caballo y cree que es un elefante. La conducta aberrada sería una conducta equivocada o no apoyada por la razón. La aberración se opone a la cordura que sería su opuesto. Del latín aberrare: desviarse; del latín, ab: lejos, errare, andar errante.

alguien involucrado en actividades con la intención de socavar o derribar una autoridad.

eso que aparenta ser. Realidad es fundamentalmente acuerdo; el grado de acuerdo alcanzado por la gente. Lo que estamos de acuerdo en que es real, es real.